LA BRÚJULA
También conocida
como compás náutico en el mundo de la navegación marítima, hablaremos de los
distintos tipos que existen en el mercado, las partes que la componen y que es
lo que debería llevar una brújula para resultarnos de utilidad.
La brújula es una parte
esencial de nuestro equipo. En el lenguaje popular tenemos la expresión “perder el norte” para recordarnos la
importancia de saber dónde nos encontramos en cada momento.
Se pueden utilizar
solas o en combinación con un mapa. En el caso de utilizarla sin un mapa nos
puede servir para:
- Para medir los rumbos (ángulos con respecto al norte magnético) en los
que se encuentran referencias
significativas que podemos observar en el terreno.
-
Para indicar la dirección en la
que se encuentra un determinado rumbo.
-
Para marchar en una dirección constante.
- Para mediante un cálculo trigonométrico, medir distancias en el terreno.
Hay tres tipos básicos de brújula que podemos adquirir para nuestras actividades en tierra firme, las cartográficas, las de marcha o lensáticas y las de espejo. Existen también otros formatos de brújulas como las digitales pero nos centraremos en las antes descritas.
Independientemente
del tipo de brújula que utilicemos lo importante es la anatomía o partes de
cada modelo, su utilización correcta y con cuál nos sentimos más cómodos.
También debemos tener en cuenta la franja magnética en que nos moveremos
habitualmente, pues todas las brújulas no están preparadas para trabajar a
nivel global ni para soportar los cambios bruscos de temperatura/presión
atmosférica, aunque existe algún fabricante que ha desarrollado brújulas
preparadas para remediar estos problemas.
Brújula cartográfica: Como su nombre indica, son brújulas especialmente concebidas para trabajar sobre los planos cartográficos. Se trata básicamente de una placa de plástico transparente a la cual se le implementa una brújula. Su principal virtud la encontramos a la hora de utilizarla conjuntamente con un mapa, ya que nos permite ver perfectamente a través de ella y localizar los puntos que nos resulten de interés. Suelen estar provistas de escalas y otras ayudas para la orientación que más abajo describiremos. No es el tipo de brújula idóneo para usar durante la marcha, pero puede trabajarse con ella sin problemas.
Brújula lensática: Son las típicas de uso militar, fabricadas en plástico o metal ofrecen robustez y mayor comodidad a la hora de trazar visuales para obtener un rumbo o fijar un punto de referencia. Una base circular con la aguja graduada en su interior, un brazo trasero que aloja una pequeña lupa con la que leer los grados o en ocasiones milésimas artilleras de la aguja graduada y una tapa también circular que tiene un visor con un hilo metálico vertical. Son muy aptas para la marcha, ya que son robustas y permiten la rápida e intuitiva localización de los rumbos y aunque no están tan preparadas para trabajar en combinación con un mapa como las cartográficas, también se pueden usar para este propósito sin mayores inconvenientes.
Brújulas de espejo: Son
un híbrido entre los dossistemas anteriormente descritos que nos permite
trabajar con comodidad tanto con el mapa como durante la marcha.
Hay que tener en
cuenta que la gran mayoría de las brújulas, independientemente de los grupos
descritos anteriormente, trabajan con algún tipo de fluido hidráulico que
facilita el estabilizado de la aguja. Este es su talón de Aquiles, ya que
aparecen burbujas cuando las sometemos a temperaturas o presiones atmosféricas
un poquito extremas. Estas burbujas en algunos casos incapacitan la brújula al
impedir el giro de la aguja con soltura, causando así errores de lectura u
obtención de rumbos.
Una excepción a
este echo son las brújulas de la casa Cammenga, que no utilizan líquidos en su
interior sino un sistema de estabilizado por inducción de cobre o las brújulas
del fabricante K&R que todo y llevar este líquido, disponen de una cápsula
flexible que se adapta a las diferentes presiones. Estas brújulas carecen de
burbujas en el caso de la
Cammenga y
retrasan mucho su aparición en el caso de las K&R.
Nos permitimos el
lujo de recomendar ambos fabricantes y especialmente la Cammenga 3H y la K&R
Alpin pro. Una alternativa más económica a estas brújulas pueden ser la
lensática tipo Cammenga del Decathlon y la Recta DS50. Aunque debéis tener en
cuenta que ninguna de ellas previene las burbujas.
Anatomía de una brújula.
Las partes que
debe tener cualquier brújula para resultarnos útil y que debemos tener en
cuenta a la hora de seleccionar su compra son las que mencionamos a
continuación, dividiéndolas según sean esenciales u opcionales.
Partes Esenciales:
Aguja Magnética: Se trata de una
aguja imantada que gira libre dentro de la capsula del Limbo alineandose con la
línea Norte-Sur magnética. Su parte roja suele apuntar al Norte.
Línea de fe: Se trata de una
marca, pieza o flechita en la que podremos introducir u obtener el valor en
grados del rumbo que trabajemos. (Parte muy importante de la brújula)
Nota:
Unos ejemplos de línea de Fé dado que en la foto de partes de la brújula no se
aprecia bien.
Limbo giratorio y graduado, Es
el compartimento giratorio que alberga la aguja imantada, la casa del norte,
las líneas norte/sur o meridianos del limbo y la corona graduada
(preferiblemente en 360º sexagesimales). Esta pieza debe girar con suavidad
pero sin demasiada soltura pues la podríamos mover sin darnos cuenta y trabajar
erróneamente. Debe a su vez ser transparente para ofrecernos una correcta visión del
mapa a través suyo.
Líneas norte-sur o meridianos del limbo: son una serie de líneas rectas dibujadas en el interior del limbo que
cuando la esfera de la brújula es transparente, nos permiten orientar la misma
con el norte del mapa. En ocasiones también llevan unas perpendiculares que nos
marcarían la dirección este/oeste
Casa del norte o marca del norte del limbo: Marcas que nos indican el lugar donde debe reposar la aguja en su parte
roja para orientar la brújula hacia la dirección deseada. Pueden ser dos
puntos, dos rayas, una flecha... cada fabricante tiene su tendencia.
Flecha de sentido marcha: Flecha
que nos indica la dirección a seguir para mantener un rumbo dado. Nos ayuda a
no invertir por despiste la brújula y errar en 180º nuestro rumbo.
Partes Opcionales:
Regla en centímetros. Una regla
en centímetros que llevan en alguno de los laterales y que podemos usar para
hacer la conversión y saber con exactitud las distancias con las que deberemos
trabajar. Servirá para todas las escalas siempre que sepamos realizar los
cálculos pertinentes.
Escalas. Las escalas en los laterales nos permiten saber las distancias entre
puntos del mapa sin necesidad de
realizar cálculos. Preferiblemente 1:25.000 o 1:50.000, que son las que podemos
encontrar en los mapas más populares que serían los de Piolet, Alpina, el Instituto Geográfico Nacional o el ICC entre otros.
Lupa. Una lupa nos permite
achicharrar hormigas por aburrimiento, práctica que desde la escuela
desaconsejamos rotundamente ya que no se sabe nunca en que animal se puede uno
llegar a reencarnar... También nos facilita cualquier tarea en la que
necesitemos ampliar nuestras miras, como por ejemplo poder observar detalles
del mapa, ayudarnos a extraer espinas de heridas, etc... Por supuesto, también
nos permite concentrar los rayos del sol y encender un maravilloso fuego.
Cordón fiador: Si está ubicado
en el centro trasero de la brújula lo podemos utilizar como visor y tomar
referencias visuales muy exactas además de su obvia función de llevarla colgada
al cuello.
Corrector de la declinación magnética. Son unas marcas pintadas a ambos lados de casa del Norte o en ocasiones
un mecanismo ajustable mediante un tornillo situado en el reverso de la corona
graduada. Para trabajar con él hay que tener claros algunos principios de
funcionamiento y navegación terrestre. Si los poseemos, nos ayudará a saber el
norte verdadero y a trabajar en la sucesión de rumbos sin necesidad de calcular
la declinación magnética en cada uno de ellos. También se puede usar como
corrector de la suma de los factores de la declinación magnética sobre la
convergencia de cuadrícula del mapa.
Clinómetro: Aguja o lámina no
imantada que funciona por gravedad y nos ayuda a obtener la inclinación en
grados de una pendiente, edificio, etc... Lo podemos usar también como si fuese
un astrolabio y junto con la estrella Polar y la hora de culminación solar
sobre nuestro Zenit, saber con cierta exactitud nuestra posición en el globo
terrestre. Su escala graduada a veces nos sirve como corrector fijo de la
declinación magnética.
Coordinatógrafo: Esta especie de
escuadra pintada en el cuerpo de la brújula nos facilita la labor a la hora de
saber nuestra posición dentro de una cuadrícula. También suelen estar en varias escalas, siendo interesante que
nuestra brújula posea la escala con la que trabajemos más a menudo. 1:25.000 o
1:50.000 son las recomendables.
BIBLIOGRAFIA
- https://www.google.com/search?q=BRUJULA&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=
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